En el número 10 tenemos la escritura especular. La escritura especular es una forma de escribir que se logra trazando el lápiz sobre el papel en la dirección opuesta a la que se escribe, de tal manera que el resultado es una imagen especular de la escritura normal "al revés". Se puede leer colocándolo en frente de un espejo. Da Vinci usaba este “código” para mantener en secreto sus escritos.
Por otro lado, en el número 9 tenemos el equipo de inmersión. Su traje de buceo estaba hecho de cuero y se conectaba a una manga de aire fabricada con cañas y a una campana que flotaba en la superficie. Además, el traje incluía una pequeña bolsa para que el submarinista pudiera orinar en ella.
Otra de las ideas de Da Vinci era la de un puente plegable, que viene a ser el invento número 8. Él pensó que su puente giratorio podría emplearse en tiempo de guerra. Los ligeros, pero fuertes materiales, unidos a un sistema de enrollado a base de cuerdas y poleas, permitían a un ejército recogerlo y marcharse rápidamente.
El planeador alado está en el número 7. La imaginación de Da Vinci era muy fértil en ideas relacionadas con máquinas voladoras, entre las cuales se incluyen varios planeadores equipados con alas batibles.
En el número 6 aparece el cañón de tres toneras, que habría sido un arma muy peligrosa y potente.
En el puesto número 5 se encuentra el tornillo aéreo. Científicos actuales dicen que no hubiera podido elevarse en el aire, pero este invento de Da Vinci fue una especie de helicóptero que debía ser manejado por 4 personas.
Como número 4 tenemos la ciudad ideal. “Esta ciudad perfecta” era muy detallada, y estaba planeada para que la ciudad fuera más eficiente.
El invento número 3 es el vehículo autopropulsado. Su “carro” de madera, se accionaba por la interacción de muelles con ruedas dentadas. En el 2004 los científicos de un museo de Florencia construyeron una réplica y descubrieron que funcionaba tal y como Da Vinci pretendía.
Este versátil hombre incluso supuso que las montañas estuvieron alguna vez sumergidas, lo que explicaba la presencia de fósiles marinos en las cumbres de las mismas. Las eras geológicas fueron la idea número 2 de Leonardo Da Vinci.
Y el en primer lugar, tenemos al hombre vitruviano. Da Vinci modeló su forma humana perfecta basándose en las proporciones postuladas por Vitruvius, un antiguo arquitecto romano.
Por otro lado, en el número 9 tenemos el equipo de inmersión. Su traje de buceo estaba hecho de cuero y se conectaba a una manga de aire fabricada con cañas y a una campana que flotaba en la superficie. Además, el traje incluía una pequeña bolsa para que el submarinista pudiera orinar en ella.
Otra de las ideas de Da Vinci era la de un puente plegable, que viene a ser el invento número 8. Él pensó que su puente giratorio podría emplearse en tiempo de guerra. Los ligeros, pero fuertes materiales, unidos a un sistema de enrollado a base de cuerdas y poleas, permitían a un ejército recogerlo y marcharse rápidamente.
El planeador alado está en el número 7. La imaginación de Da Vinci era muy fértil en ideas relacionadas con máquinas voladoras, entre las cuales se incluyen varios planeadores equipados con alas batibles.
En el número 6 aparece el cañón de tres toneras, que habría sido un arma muy peligrosa y potente.
En el puesto número 5 se encuentra el tornillo aéreo. Científicos actuales dicen que no hubiera podido elevarse en el aire, pero este invento de Da Vinci fue una especie de helicóptero que debía ser manejado por 4 personas.
Como número 4 tenemos la ciudad ideal. “Esta ciudad perfecta” era muy detallada, y estaba planeada para que la ciudad fuera más eficiente.
El invento número 3 es el vehículo autopropulsado. Su “carro” de madera, se accionaba por la interacción de muelles con ruedas dentadas. En el 2004 los científicos de un museo de Florencia construyeron una réplica y descubrieron que funcionaba tal y como Da Vinci pretendía.
Este versátil hombre incluso supuso que las montañas estuvieron alguna vez sumergidas, lo que explicaba la presencia de fósiles marinos en las cumbres de las mismas. Las eras geológicas fueron la idea número 2 de Leonardo Da Vinci.
Y el en primer lugar, tenemos al hombre vitruviano. Da Vinci modeló su forma humana perfecta basándose en las proporciones postuladas por Vitruvius, un antiguo arquitecto romano.
