martes, 17 de junio de 2008

ECLIPSES Y COMETAS

Eclipses


Uno de los fenómenos astronómicos más espectaculares son los eclipses. La palabra eclipse viene del griego ekleipsis, y significa ‘desaparición’ o ‘abandono’. Un eclipse es un suceso en el que la luz procedente de un cuerpo celeste (un objeto del cielo) es bloqueada por otro, normalmente llamado cuerpo eclipsante. Generalmente se habla de eclipses de Sol y de Luna, que ocurren solamente cuando el Sol y la Luna se alinean con la Tierra de una manera determinada. Esto ocurre durante algunas Lunas nuevas y Lunas llenas.


Los eclipses del sistema Tierra-Luna sólo pueden ocurrir cuando el Sol, la Tierra y la Luna se encuentran alineados. Estos eclipses se dividen en dos grupos.


El primer grupo es el del eclipse lunar, en el que la Tierra se interpone entre el Sol y la luna, oscureciendo a esta última. La Luna entra en la zona de sombra de la Tierra. Esto sólo puede ocurrir en luna llena. Los eclipses lunares se dividen a su vez en totales, parciales y penumbrales; dependiendo de si la Luna pasa en su totalidad o en parte por el cono de sombra proyectado por La Tierra, o únicamente lo hace por la zona de penumbra. Esta curiosa situación depende de las condiciones en la atmósfera terrestre, la cual será atravesada por los rayos solares. Si hay mucho polvo en la atmósfera, por ejemplo por erupciones volcánicas recientes o nubes muy densas, el eclipse resultará más oscuro.


Por otra parte, el eclipse solar ocurre cuando la Luna oscurece el Sol, interponiéndose entre éste y la Tierra. Esto sólo puede pasar en luna nueva. Los eclipses solares se dividen a su vez en totales, parciales y anulares. En particular son especialmente interesantes los eclipses de Sol, ya que a pleno día el Sol desaparece y se hace la noche. Durante un eclipse solar total, por lo tanto, se verá en pleno día un cielo nocturno, en el cual brillarán algunas estrellas y sólo la débil atmósfera del Sol será visible. El cielo terrestre durante un eclipse total de Sol es tan oscuro como el de una noche de Luna Llena.


Un dato a tener en cuenta es que un eclipse de Luna coincide siempre con la fase de Luna Llena y se lo observará sólo de noche; en cambio un eclipse de Sol corresponde a la Luna Nueva, y por consiguiente lo veremos en pleno día.



Cometas


La palabra cometa viene del latín cometa y el griego kometes, y significa "cabellera". Debido a su pequeño tamaño y órbita muy al
argada, sólo es posible ver los cometas cuando están cerca del Sol y por un periodo corto de tiempo. Los cometas están compuestos de agua, hielo seco, amoníaco, metano, hierro, magnesio y silicatos. Debido a las bajas temperaturas de los lugares donde se hallan, estas sustancias que componen al cometa se encuentran congeladas. Llegan a tener diámetros de algunas decenas de kilómetros. Algunas investigaciones apuntan que los materiales que componen los cometas son materia orgánica que son determinantes para la vida, y que esto dio lugar para que en la temprana formación de los planetas estos impactaran contra la tierra y dieran origen a los seres vivos. Cuando se descubre un cometa se ve aparecer como un punto luminoso, con un movimiento perceptible del fondo de estrellas, llamadas fijas. Lo primero que se ve es el núcleo o coma. Luego, cuando el astro se acerca más al Sol, comienza a desarrollar lo que conocemos como la cola del cometa, que le confiere un aspecto fantástico.


Los cometas presentan diferentes tipos de colas. Las más comunes son la de polvo y la de gas. La cola de gas se dirige siempre en el sentido perfectamente contrario al de la luz del Sol, mientras que la cola de polvo retiene parte de la inercia orbital, alineándose entre la cola principal y la trayectoria del cometa. Las colas de los cometas llegan a extenderse de forma considerable, alcanzando millones de kilómetros. En el caso del cometa 1P/Halley, en su aparición de 1910, la cola llegó a medir cerca de 30 millones de kilómetros. Cuando la Tierra atraviesa la órbita de un cometa, estos fragmentos penetran en la atmósfera en forma de estrellas fugaces o también llamadas lluvia de meteoros.


Los cometas han llamado poderosamente la atención de los seres humanos en las diferentes culturas. La aparición repentina de un cometa era frecuentemente atribuida con grandes males o augurios de cambio.


Estas erróneas creencias han perdurado en algún sector de la sociedad hasta nuestros días a pesar de que hace mucho tiempo que se conoce la naturaleza exacta de los cometas. Los retornos del cometa Halley también han provocado a lo largo de la historia curiosas anécdotas. Las diferentes culturas han relacionado la aparición de un cometa con diferentes aspectos de la vida humana.


Por ejemplo, en China son comunes las historias de astrónomos chinos ejecutados por no haber sido capaces de predecir la aparición de un cometa o de un eclipse solar. En la gracia clásica, en el año 372 a. C. se vio desde la Tierra un cometa que para Diodoro de Sicilia anunciaba la decadencia de los lacedemonios. En tiempos medievales, continuó el miedo a los cometas que siguieron anunciando muertes de reyes, llegándose incluso a crear cometas imaginarios para justificarlas. Uno de ellos fue el del año 814 -inexistente- que se dijo que anunció la muerte de Carlomagno. El retorno del Halley en el año 837, anunció la muerte del rey Luis I de Francia, eso sí lo hizo con tres años de anticipación pues el monarca murió en el año 840.


A pesar de que la ciencia ha esclarecido la naturaleza de los cometas, aún hay segmentos de la población que tienen creencias astrológicas, en las cuales un cometa aparece como un presagio.


Cometa Hale-Bop

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